Mi sangre es agua azul de mar turquesa licuado, lo sabes. Tu tinta... Acaricia mi nuca, mi espalda mojada por tanto mar, relajada, dormida, ausente, tranquila...
Sonrisa en los labios, serenos, pelo mojado y lleno de arena, mezclado en ella sin saber dónde empieza el uno y acaba la otra, no importa nada.
Eso deseo... Si se pudiera... Dios, si se pudiera...
Dedicado a Alberto Trinidad